En el Festival de Aviñón, Clara Hédouin se lanza al campo con “Preludio de Pan”

Cae la tarde. El sol aún cae con fuerza sobre la llanura de la Abadía en Villeneuve-lez-Avignon. La ciudad del Gard, separada de Aviñón tan solo por un puente, acoge, entre otros eventos, el espectáculo de Clara Hédouin, "Prélude de Pan". Mientras nos acomodamos en pequeños bancos de madera bajo la Torre Philippe Le Bel, el sistema de sonido retumba a todo volumen. Pero los éxitos del pop francés que se suceden uno tras otro, de Claude François a Stone et Charden, de Hervé Vilard a Christophe, luchan por acallar la evocadora canción de Les Cigales. El viaje está a punto de comenzar.

Al igual que en el longevo espectáculo "Que ma joie demeure" (Que mi alegría permanece), la directora Clara Hédouin, sensible al poderoso lirismo de Jean Giono, toma las palabras del autor y las eleva en un magnífico espectáculo ambulatorio. En cinco paradas y otras tantas escenas, tres actores —Pierre Giafferi, Clara Mayer y Hatice Ozer—, alternando con Loup Balthazar, interpretan su preludio. Encarnan este cuento de 1930, una historia singular...

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